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¿Se puede aprender y enseñar a conducir en un simulador?

Sí, se puede aprender a conducir en un simulador. Con los avances tecnológicos de la última década, los simuladores de conducción están ganando popularidad como una herramienta efectiva para formar a nuevos conductores. 

Las autoescuelas en su afán de modernizar sus métodos formativos y suplir la falta de profesores, están apostando cada vez más por esta opción, pero con tiento, ya que no todos los simuladores son aptos como herramienta de enseñanza.

En este artículo te contamos cómo identificar un simulador de conducción para autoescuelas, sus beneficios y cómo está ayudando actualmente en el sector de la formación vial.

Beneficios de entrenar en un simulador

Almuna entrenando en el simulador de coche, Simescar Lite

Estas innovadoras herramientas de entrenamiento están transformando la formación gracias a las ventajas que te contamos a continuación:

Familiarización con el vehículo: El entrenamiento con simuladores permite a los alumnos familiarizarse con los mandos del vehículo que posteriormente utilizarán en la práctica real. De esta manera se ahorra tiempo de aprendizaje en el vehículo real.

Medir capacidades de los alumnos: Los simuladores tienen la capacidad de generar informes de las prácticas de cada alumno. Así es posible evaluar sus capacidades de manera individual y averiguar cuáles son sus áreas de mejora.

Repetición y Retroalimentación: Los alumnos reciben feedback y correcciones al instante, esto les permite repetir cualquier práctica que necesite el alumno con el fin de perfeccionarla y corregir errores.

Entorno seguro: Gracias al simulador, los alumnos practicarán siempre en un entorno seguro y controlado donde se pueden entrenar todo tipo de situaciones. Esto les ayuda a ganar confianza y sentirse menos nerviosos al enfrentarse al tráfico real.

Reducción de Accidentes: Numerosos estudios avalan la eficacia de los simuladores en el ámbito de la seguridad vial y la reducción de accidentes. Empresas de transporte de todo el mundo, como Bimbo, Danone o Coca Cola, usan nuestros simuladores para formar a sus conductores y capacitarlos para una conducción segura con el objetivo de reducir accidentes laborales.

Entrenamiento de todo tipo de situaciones: Gracias a los simuladores se pueden entrenar todo tipo de situaciones, sin riesgo, que son difíciles de entrenar en una práctica real, con la ventaja de prepararse para el momento que pueda surgir en la conducción real.

Además, los resultados del estudio sugieren que el uso de simuladores puede contribuir a una reducción en la tasa de accidentes entre conductores noveles.

¿Qué tiene que tener un simulador para ser efectivo?

El mayor hándicap al que se enfrentan los simuladores es a la inevitable comparación con los videojuegos. No todos los simuladores del mercado están preparados para la formación. Entonces, ¿Qué tiene que tener un simulador para que sea apto para capacitar a nuevos conductores? Te contamos qué es lo que les diferencia y cómo identificarlos:

Plan pedagógico: Los simuladores aptos para  la formación de conductores tienen que incluir un plan de ejercicios adaptado a las necesidades de la formación de los alumnos.

Mandos reales: Después del entrenamiento con el simulador, los alumnos pasarán a usar un vehículo real, de ahí la importancia de que el simulador incluya mandos reales para poder aplicar todo lo aprendido en el vehículo real.

Sensaciones realistas: Un simulador apto para la formación de conductores tiene que reproducir, de manera fideligna, el comportamiento del vehículo que posteriormente se va a manejar. El alumno tiene que percibir las mismas sensaciones que encontrará en el vehículo real para que la formación sea lo más efectiva posible.

Medir resultados: Una buena herramienta para la formación, como es el caso de los simuladores de conducción, debe medir los resultados de las prácticas para poder detectar las áreas de mejora, los puntos fuertes y puntos débiles de manera individualizada para cada alumno.

La importancia del plan pedagógico

Si hablamos de cómo diferenciar un simulador apto para la formación de un videojuego de conducción, sin duda es un plan pedagógico que avale esta funcionalidad formativa. En el caso de Simescar Lite, el contenido de nuestro plan de ejercicios está avalado por profesionales de la formación vial.

El objetivo del plan pedagógico es que el alumno, después del uso del simulador, experimente una buena transición al coche real. Esto les hace enfrentarse a la conducción más seguros y confiados. 

«Todo lo que se puede medir se puede mejorar» Un buen plan pedagógico incorpora un software de medición de la práctica de cada alumno en el simulador, lo que permite detectar las áreas de mejora de una manera individualizada para potenciar su formación.

¿Qué opinan los profesionales del sector en España?

En España, cada vez son más las autoescuelas que quieren dar un paso más en sus métodos formativos y se interesan por lo último en tecnología. Los simuladores son las herramientas perfectas para ayudar a la formación en este ámbito.

La experiencia de las autoescuelas que usan nuestro simulador Simescar Lite para formar a sus alumnos está siendo muy positiva, cumpliendo las expectativas que esperaban con la adquisición de esta herramienta.

Un ejemplo de ello es el caso de Javier Vallejo, Director de la autoescuela Safetycar en Esplugues de Llobregat:

“Creemos que el simulador es una pieza clave para los alumnos, para darles un plus, y que su formación fuese mucho más completa. El alumno llega a la primera clase con una base de conocimiento sobre el manejo de los mandos, los pedales, el volante…. que les hace estar más preparados para la vida real”.

¿Quieres conocer más opiniones sobre Simescar Lite? Profesores y alumnos nos cuentan aquí su experiencia con el simulador.

50% de prácticas en el simulador, la tendencia de las autoescuelas

La autoescuela ACF Drive, de Huesca. es un claro caso de éxito de la buena acogida de nuestro simulador. Este centro es pionero en instaurar un nuevo método de formación para sus alumnos: De manera obligatoria, las clases prácticas se realizan 50% en simuladores y 50% en el vehículo real.

“La simulación nos está permitiendo automatizar procesos de aprendizaje de forma más rápida y segura antes de que los alumnos comiencen sus prácticas en los vehículos reales” Nos cuenta Fernando Viñuales, Director de ACF Drive.

Este nuevo método que empezó a utilizar en el año 2022, ha resultado ser muy eficaz y ha logrado un gran éxito en su ciudad. Gracias a esto, ACF Drive ya cuenta con 3 simuladores Simescar en su centro. 

Simescar Lite, una apuesta segura para la formación de tus alumnos

En Simumak hemos logrado diseñar un simulador de conducción pensado específicamente para autoescuelas que  incorpora un completo plan pedagógico avalado por profesionales del sector de la formación vial, capaz de formar y preparar a los futuros conductores para las prácticas reales y la realidad de las carreteras.

Para que puedas comprobarlo por ti mismo, ponemos a tu disposición el showroom de nuestras oficinas para que puedas probar el simulador. Contacta aquí para agendar tu visita.